En Ekuatio nos apasionan todos los tipos de cálculos, incluyendo los que no son tan conocidos por la población. Un claro ejemplo es el de la transmitancia térmica.
Se trata de un concepto habitualmente tratado en el sector de la construcción, especialmente por parte de los especialistas que instalan elementos como un buen sistema SATE. Sin embargo, el usuario común lo desconoce por completo.
¿También es tu caso? Presta atención a las claves que hemos recopilado desde Ekuatio para que puedas calcular el correspondiente valor, sabiendo con exactitud a qué hace referencia.
Qué es la transmitancia térmica
Sea cual sea el tipo de estructura, la energía terminará atravesándola. Se trata de una acción que puede conllevar un mayor o menor grado de aislamiento de carácter térmico.
El resultado, tal como veremos próximamente, determina ese nivel. Los constructores saben que, por ejemplo, la fachada ventilada permanecerá aislada de forma óptima si el valor obtenido es bastante bajo.
Todo lo contrario sucede en caso de que la operación, tras concluir, dé pie a una cifra elevada. Ello significará que el aislamiento es pobre, lo cual llevará a los especialistas a tener que optar por otros procedimientos con tal de dotar al conjunto de una buena transmitancia térmica.
Pasos a realizar
Primeramente hay que averiguar qué diferencia de temperatura hay entre cada cara de la envolvente.
Acto seguido llega el momento de dividir un metro cuadrado por el valor anteriormente obtenido. El resultado será el de una cifra U.
Conviene destacar el hecho de que, sea mayor o menor el número obtenido, siempre hará referencia a un valor de W/m²·K.
Fórmulas
Tal como sucede con otros tipos de cálculos, los primerizos se aclaran mucho más si optan por aplicar directamente una fórmula. En el caso de la transmitancia térmica no es difícil aprendérsela, sobre todo porque el uno que divide el conjunto es siempre idéntico:
U es igual a 1 dividido por Rt. Este último valor se refiere a la resistencia térmica total. Obtenerlo sí es algo más complejo.
Hay que sumar la resistencia térmica superficial interior, así como la exterior, amén de aquella que está relacionada con las de todas las capas.
Por supuesto, averiguar la resistencia térmica de las diversas capas también es una operación que se lleva a cabo por medio de una fórmula. En concreto hay que dividir el espesor que presente el material en cuestión por su respectiva conductividad térmica.