La dieta orgánica fortalece el aprendizaje y la memoria de las personas

Los consejos de mamá para comer todas las verduras del plato del almuerzo no estaban equivocados como pensaba más de uno cuando no quería comer la ensalada.

Ahora lo sabemos con certeza gracias a un reciente estudio científico que asocia una dieta orgánica y abundante en hortalizas con una mejor capacidad cognitiva y de memoria de las personas.

Una buena alimentación favorece el aprendizaje

Hablamos del estudio elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili que consistió en la evaluación de los patrones de alimentación de 1.298 niños entre los 6 y 11 años nacidos en países como Francia, Reino Unido, España, Noruega, Grecia entre otros.

Los menores sometidos a un régimen alimenticio de insumos orgánicos respondieron con una mayor fluidez a las pruebas de resolución de problemas y memoria, frente al otro grupo de niños que siguió con su acostumbrada dieta de comida rápida sin ningún tipo de restricción.

De acuerdo a los investigadores, el éxito del primer grupo de estudiantes radica en que consumió los nutrientes y las vitaminas necesarios para el desarrollo del cerebro.

“El ácido graso como el Omega 3, que lo encontramos en las verduras, pescado y mariscos, es el responsable del buen desarrollo del cerebro del feto, además de favorecer el aprendizaje y la memoria en los niños. Sus componentes son insumos vitales para fortalecer la membrana de las células ubicadas en la retina y el cerebro. Incluso la presencia de este nutriente está asociado a la fertilidad de los hombres”, sostiene Alberto González redactor en GuíaDeSuplementos.es.

A juicio del especialista, otro aporte valioso de la comida orgánica es el hierro que también contribuye al desarrollo cognitivo y evita problemas tan comunes en países pobres como la anemia.

Los efectos negativos de la comida rápida en el aprendizaje

La falta de este mineral en los niños es producto de un consumo excesivo de comida “chatarra” como las hamburguesas y papas fritas, que son abundantes en otro tipo de componentes como grasas y azúcares que perjudican los procesos de retención y por ende del aprendizaje.

Ya desde el 2014, una investigación publicada en la revista científica Clinical Pediatrics reveló que los estudiantes de quinto grado que iniciaron el consumo de comida rápida consiguieron un preocupante descenso del 20% en sus calificaciones cuando llegaron al octavo grado.

Otros factores para el desarrollo de las habilidades intelectuales

Sin embargo, la nutrición no es el único factor a tomar en cuenta. De acuerdo a la indagación de los dos institutos mencionados, existen otros factores adicionales que contribuyen a que el menor no desarrolle mejores habilidades intelectuales y que tenga problemas para su vida adulta.

Hablamos de factores externos como la presencia de padres fumadores, el hacinamiento dentro de la vivienda a causa de la pobreza y la contaminación ambiental del entorno del estudiante.

Debido a estos motivos es que la preocupación por el desarrollo de la inteligencia de los hijos debe comenzar desde cuando son fetos a través de una alimentación saludable que aporte el contenido necesario de vitaminas y minerales para el buen desarrollo de su cerebro.